domingo, 9 de diciembre de 2007

Ataja la copa

Siempre me pareció que uno de los más grandes problemas que había en el colegio y una de las cosas que con más urgencia había que solucionar era que no había nada que hacer en los recreos y hubo un momento en que no podíamos estar en el segundo piso y no teníamos donde estar. En los primeros años era un problema fácil de solucionar, ya que con unas cuantas bolitas o un trompo había diversión para rato, pero ya más grande no era tan simple entretenerse además ya no era bien visto que alguien se sentara en el pasillo a gritar: quieeeen se tiraaa?!!! Creo que por lo mismo fue que muchos de nosotros nos volvimos fumadores, el cigarro no solo nos daba la posibilidad de tener una conversación agradable y relajada, también nos llevo a conocer lugares del colegio que nunca hubiéramos descubierto si no fuera en búsqueda de nuevos escondites, por ejemplos “el tisafa”, la oficina con estufa, los living, el camarín de los auxiliares, detrás del camarín de los auxiliares, detrás de las colchonetas Bronson, el estacionamiento de profesores, el techo de la biblioteca, el sector 5, el cat, el tercer piso (sala de teatro) que incluso teníamos la llave y muchos más, pasando por todos los baños del colegio (el premio al más cararaja se lo lleva Pablito con el baño de la casa blanca). Pero el cigarro no era nuestra única forma de entretenernos, también estando aburridos en la sala nacieron varios juegos que hasta el día de hoy siguen vigentes, como pudimos comprobar en el almuerzo de exalumnos, el más conocido de estos juegos es la euforia, sin embargo había muchos más como meterle el gol al pizarrón, el lápiz manguera, la tabla frizzbie, la tabla trineo, las batucadas en la sala, las canciones con rimas, etc. Pero yo creo que lejos el que más se repetía y se podía ver por lo menos una vez al día era “ataja la silla”, o ataja el banco, el juego era bastante simple nos íbamos tirando una silla y había que atajarla con una mano cada vez aumentando más la velocidad y la distancia, este juego producía grandes niveles de adrenalina, no por el hecho de que alguien podía salir herido o que nadie quería perder, la gracia era que nadie sabia como iba a terminar y siempre terminaba de una forma distinta que cada vez era peor, o nos cachaba el Larry, o terminaba en euforia, o maleteando al que se le cayó, pero cada vez quedaba más la cagada. En el almuerzo de exalumnos fue necesario solo un segundo de aburrimiento para que volviera a surgir este juego, con el único objeto que teníamos, así que esta versión es “ataja la copa”, y al parecer el perdedor estaba predestinado ya que daba lo mismo a quien se la cayera, la sacada de chucha iba siempre al mismo

2 comentarios:

colorblind dijo...

Ataja la copa. Sabí quien inventó ese juego?? yo la primera vez que lo vi fue en el 2004 adentro de la sala de reuniones del CAT. Estábamos en una reunión tan aburridos que León propuso este juego. La weá es que le gustó tanto el juego que la tiró tan fuerte que la rompió de una contra la muralla. Qué tiempos aquellos...

Aquiles dijo...

puta es q ese Leon es muuy jugueton, ahora tb me acuerdo de otros juegos q invento como el de amenazar a los pendejos y el de alargarle la falda a la gata, es wea de ver la forma de los kekes q regala pa cachar q es todo un bromista

ahora q quizas sea el nuevo director del colegio yo creo q se va a inventar miles de juegos mas para q los pendejos no se aburran en los recreos